Negri arrasado: UCR rechazo alianza con Juez
La Unión Cívica Radical postulará en las elecciones del 28 de junio próximo como primer candidato a senador nacional a Ramón Mestre y Oscar Aguad encabezará la lista de diputados.
El Congreso partidario resolvió por 66 votos contra 27 rechazar el acuerdo con el juecismo. Dura derrota de Negri, quien quedó fuera de las listas y podría renunciar a la presidencia de la UCR. En el debate hubo fuertes críticas a Juez y a su gestión como intendente. Lo calificaron de autoritario, término que paradójicamente fue compartido por hombres del negrismo.

Una rotunda derrota sufrió ayer Mario Negri en la Casa Radical. El Pacto de Oliva, la alianza electoral que pretendía consumar con Luis Juez, quedó sepultada por el Congreso partidario, que votó en contra de esa entente por 66 a 27.
El presidente del Comité Provincia no consiguió ni siquiera los votos que creía tener como piso, y fracasó en sus últimos intentos por captar “independientes” del interior y angelocistas.
Todos los demás grupos internos se abroquelaron en oposición a la dupla Juez-Negri. De esta manera, la UCR irá con candidatos propios a las elecciones de senadores y diputados nacionales el 28 de junio.
En el radicalismo se impuso claramente el criterio de concurrir a las urnas con “la 3”, frente al plan negrista de compartir listas con el Partido Nuevo. Los antipactistas fueron los mestristas, nicolasistas, becerristas, angelocistas e intendentes del Foro.
A Juez lo criticaron casi todos los oradores, incluso los negristas, aunque parezca mentira, quizás abochornados por la contundencia de las tachas que le encajaban al ex intendente los congresales de los demás grupos.
Heriberto Martínez no es miembro del Congreso, pero pidió la palabra como diputado nacional. Habló cuando promediaba la sesión y de Juez se había dicho que fue un gobernante incompetente, que es autoritario, que insultó a los radicales, y otras lindezas. “Me parecen bien las críticas que le hacen al señor Juez”, admitió el negrista Martínez. Debe advertirse que en el protocolo radical cuando alguien se refiere a otro como “señor”, en general lo hace despectivamente. “Olvidémonos de ese personaje”, subrayó.
Otros congresales negristas habían señalado que no querían hablar de Juez, sino de la necesidad de asestarle una derrota al kirchnerismo. La estrategia del oficialismo partidario tuvo, primero, el toque místico que le puso Alberto Ambrosio (el ex diputado que cada día se parece más a Alberto Albamonte), quien sostuvo que la “identidad” que reclamaban los antipactistas era una “actitud interior”, luego el antikirchnerismo que le imprimió Alfredo Rojo y, finalmente el más puro pragmatismo de Martínez (el diputado que sumó y restó bancas para avisarle a los demás que la UCR perdería por culpa de Córdoba la condición de primera minoría en la Cámara baja).
Por los antipactistas hubo más oradores (en total, fueron 15). El becerrista Sergio Piguillem abrió el fuego destacando que lo que considera cualidades de la UCR no se encuentran en Juez: “institucionalidad, democracia interna, ciudadanía, honestidad administrativa y defensa de los intereses populares y de la clase media”.
En el Partido Nuevo, señaló, manda “el dedo” de su jefe, al que recordó “kirchnerista por convicción y antikirchnerista por oportunismo”, y objetó como intendente de Córdoba porque “borró buenas obras de las gestiones radicales”. También manifestó que la UCR no debería hacer alianzas con «ninguna variante del peronismo», principio compartido por muchos otros congresales.
El nicolasista Guillermo Farías dijo que los negristas buscaban, como hizo Julio Cobos, “el camino más fácil”, pero que él prefería el de “la militancia y los principios”. Con lenguaje juecista, paradójicamente, agregó: “Chicas y muchachos, porque tenemos dignidad no podemos hacer alianza con Luis Juez”. Ya sin etiqueta rememoró las acusaciones de Juez a Negri (de cobrar siete millones del delasotismo para la campaña 2007) y remató: “Me cago en lo que dijo Juez, caradura de mierda”.
También resaltó el discurso del presidente del Foro de Intendentes, Alberto Giménez, quien se defendió de las acusaciones negristas acerca de que los jefes locales son funcionales a los gobiernos peronistas. “Hemos resistido como intendentes todos los intentos de cooptación”, recalcó. De Juez expresó que “tiene las peores mañas de la vieja política” y que “no entiende la democracia quien es un autoritario”. “Anda mancillando a los intendentes para después tenerlos de punteros que les cuiden los votos”, concluyó.
La votación
Al momento de votar, Ambrosio trató de que no se note la derrota; propuso que se haga a mano alzada. Claro, los antipactistas no lo dejaron porque, al contrario, querían que queden las huellas de la tremenda derrota de Negri.
Otra discusión se desató sobre cómo votar: “sí o no a las alianzas” o “sí o no a la alianza con Juez”. Los roles parecieron invertirse. Los antipactistas querían dejar una puerta abierta a acuerdos con otros partidos. Los negristas mutaron en rígidos antialiancistas.
Giménez aclaró a los confundidos: todo el proceso se inició por aquella carta de Juez a Negri, así que se votaba ese posible acuerdo electoral.
Ahí sí pudo comenzar la votación nominal, que dejó en evidencia la caída de Negri. Hubo 66 votos a favor de llevar “candidatos propios”, 27 por “la alianza”, una abstención y un ausente.
Cayó el telón para el Pacto de Oliva.
Fuente: La Mañana de Córdoba - Miercoles 15 de abril de 2009
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